En un giro aún más controversial al caso que ha sacudido la conciencia pública, la madre de la niña de 4 años, víctima de abuso sexual, ha confrontado al juez del Estado de México Juan Manuel Alejandro Martínez Vitela, cuestionando la credibilidad que se le dio a su hija durante el juicio. La indignación se profundiza tras revelarse que existen pruebas periciales que corroborarían el testimonio de la menor, elementos que, sin embargo, no fueron suficientes para evitar la absolución del acusado.
La decisión del juez Martínez Vitela, basada en la incapacidad de la niña para proporcionar detalles específicos como la fecha y el lugar de los hechos, ha sido fuertemente criticada no solo por la familia de la víctima, sino también por la sociedad en general. Este fallo ha puesto en evidencia un aparente desdén por la evidencia pericial que confirmaría el relato de la menor, aumentando la percepción de injusticia y falta de sensibilidad hacia las víctimas de abuso infantil.
La controversia ha catalizado un debate nacional sobre la eficacia y la empatía del sistema judicial, especialmente en casos involucrando a menores. Activistas y defensores de los derechos de los niños exigen una revisión del caso y abogan por reformas legales que aseguren un trato justo y considerado para las víctimas más vulnerables de la sociedad.
Las voces de la madre de la víctima y de la comunidad en general se alzan en busca de justicia y cambios significativos en el enfoque judicial hacia casos de abuso sexual infantil, subrayando la necesidad de que se tome en serio toda evidencia y testimonio, sin importar la edad de la víctima. La sociedad espera que este caso marque un antes y un después en la manera en que se abordan y resuelven estos dolorosos episodios.