La Alameda Hidalgo de Querétaro fue el escenario del arranque del Festival de Día de Muertos, donde cientos de personas se congregaron para celebrar el inicio de esta festividad. El presidente municipal, Felifer Macías, encabezó el evento inaugural.
Durante la ceremonia, el alcalde subrayó la importancia de esta tradición, una de las más profundas de la cultura mexicana, y destacó que su indicación a las titulares de Cultura y Turismo, Daniela Salgado y Mariana Ortiz, fue rendir tributo a los barrios tradicionales de la ciudad a través del festival.
Con el compromiso de que esta será la primera de muchas celebraciones en la Alameda, a partir de este jueves el kiosco central estará decorado con una gran ofrenda que destaca el misticismo y la belleza colorida de la festividad. Las actividades, que incluyen también un tapete lleno de color, darán inicio a las 16:00 horas y continuarán hasta el 2 de noviembre.
El objetivo, según expresó el alcalde, es no solo recordar a los seres queridos que ya no están, sino también celebrar la vida. Cada detalle de la ofrenda fue creado cuidadosamente para simbolizar la historia y las tradiciones de barrios como San Sebastián, La Cruz, San Francisquito y Hércules, entre otros, que han sido pilares en la identidad de Querétaro. Calaveras de colores, altares decorados con cempasúchil, veladoras y ofrendas de alimentos forman parte de esta muestra, diseñada para unir a la comunidad en torno a sus costumbres y raíces.
Los visitantes podrán recorrer la ofrenda y descubrir elementos que cuentan la historia de cada barrio, sus leyendas y figuras icónicas. La muestra busca también fortalecer el sentido de pertenencia de los queretanos y, al mismo tiempo, invitar a los turistas a valorar el patrimonio cultural de la ciudad.
Esta ofrenda monumental estará abierta al público del 1 al 3 de noviembre y ofrecerá presentaciones artísticas y culturales, como danzas, música tradicional y narración de leyendas, que evocarán la esencia de los barrios históricos. Este homenaje es más que un tributo a los ancestros: es también una celebración del legado vivo de Querétaro, que se percibe en cada esquina de sus barrios tradicionales.