Al noroeste de Siria, en Tlul, este jueves cientos de habitantes se vieron en la penosa y trágica necesidad de abandonar sus hogares ya que su pueblo habría quedado inundado por el derrumbe de una represa de tierra, consecuencia del pasado terremoto que sacudió la región.
En este pueblo, que se encuentra cerca de la frontera turca, el agua cubrió parcialmente las casas y los troncos de los árboles frutales y los campos de trigo.
Las calles del pueblo también se inundaron, debido al derrumbe de la represa, instalada en un afluente del río Orontes que bordea el pueblo.
«Nuestra situación es dramática. Mire el agua que nos rodea», dijo Luan Husein Hamadeh, uno de los pocos residentes que permanecieron en la aldea.