Dos días antes de desaparecer, al menos dos de los cinco jóvenes de Lagos de Moreno habían contactado a una persona conocida de ellos, que tenía contacto en un call center, en busca de un trabajo temporal como seguridad privada, de acuerdo con información en poder de fuerzas federales de seguridad.
Las fuentes dijeron a EL UNIVERSAL que los jóvenes presuntamente quedaron de verse con su contacto en un punto de la feria del pueblo y fue la última vez que se supo de ellos.
Los informes refieren que una de las personas con las que se iban a reunir es identificada por autoridades como operador del CJNG en Lagos de Moreno y Encarnación de Díaz.
A partir de ese momento ya no se supo de los jóvenes, hasta que se difundió una fotografía en la que se les ve hincados, amarrados, amordazados y visiblemente golpeados.
Una de las hipótesis más fuertes que manejan las autoridades federales de seguridad sobre la desaparición de los cinco jóvenes de Lagos de Moreno apunta a que las víctimas fueron engañadas para su reclutamiento forzado a manos del “Cártel Jalisco Nueva Generación” (CJNG).
El enganche fue a través de uno de los call center que opera esa organización criminal para engrosar sus filas de sicarios.
Las áreas federales de inteligencia explicaron a EL UNIVERSAL que en Jalisco algunos de esos centros son manejados por el CJNG para reclutamiento forzado de personas; se desconoce si los jóvenes estaban al tanto de esto.
Las fuentes explicaron que esos centros ofertan empleos en empresas fantasma para atraer a jóvenes con sueldos bien remunerados y prestaciones laborales atractivas.