El aumento de las temperaturas en el planeta está generando más que simplemente una sensación de calor inusual. De acuerdo con un reciente artículo de la Gaceta UNAM, este fenómeno está provocando cambios en nuestros estados de ánimo, y la ciencia respalda esta afirmación.
El académico Mario Alberto Arias García, de la Facultad de Psicología de la UNAM, compartió su perspectiva en una entrevista para la Gaceta UNAM. Señaló que, aunque antes no parecía haber una relación clara entre la temperatura ambiente y nuestras conductas, estudios recientes sugieren lo contrario.
Según Arias García, varios estudios indican que las altas temperaturas pueden modular las regiones cerebrales responsables de regular el estado de ánimo, lo que incluye comportamientos agresivos y depresivos. Un estudio destacado del Yale Journal of Biology and Medicine del 2023 reveló que el riesgo general de muerte por agresión aumenta un 1.4% por cada grado Celsius de aumento en la temperatura ambiente. Este efecto es más pronunciado en hombres, adolescentes y personas con menor nivel educativo.
El estrés causado por el calor puede incrementar la irritabilidad y los comportamientos agresivos, afectando los procesos cognitivos y la actividad de neurotransmisores en el cerebro. Además, en climas más cálidos, es posible que aumente la presencia de delincuentes, lo que podría llevar a un incremento en los conflictos interpersonales y las agresiones.
Arias García explicó que el hipotálamo, una región clave del cerebro, juega un papel fundamental en esta relación entre temperatura y comportamiento. «Cuando se incrementa la temperatura, se modula la funcionalidad del hipotálamo, que se divide en dos partes: la dorsal, encargada de la sensación de temperatura, y la ventral, que regula las emociones, especialmente la conducta agresiva», comentó.
El experto advirtió que las personas con predisposición a la depresión o a problemas de agresión pueden ser especialmente vulnerables a estos efectos. Estudios estadísticos y epidemiológicos han demostrado un aumento en los eventos depresivos y las agresiones cuando la temperatura aumenta en otras partes del mundo.
Arias García también destacó que incluso pequeños aumentos en la temperatura pueden tener un impacto significativo. Por ejemplo, se ha encontrado que un aumento de un grado Celsius puede generar un aumento del 2% en los suicidios y hasta un 5% en la tasa de violencia.
Ante esta situación, recomendó prestar más atención a nuestro estado de ánimo durante las estaciones con temperaturas extremas y tomar medidas preventivas. Entre estas medidas se incluyen permanecer a la sombra, usar ropa ligera y clara, mantenerse bien hidratado, consumir frutas y verduras, y evitar exponerse al calor durante las horas pico. Además, señaló que el consumo de alcohol debe evitarse, ya que puede exacerbar los comportamientos violentos.
En resumen, la ciencia respalda la idea de que el calor puede afectar significativamente nuestro estado de ánimo y nuestro comportamiento. Es crucial estar conscientes de estos efectos y tomar medidas para mitigarlos, especialmente en un contexto de aumento de las temperaturas globales.