Un grupo de artesanos indígenas se enfrentó con elementos de la policía municipal en el Jardín Zenea, tras la detención de cuatro compañeros durante el operativo del municipio de Querétaro para ordenar el comercio en el primer cuadro de la ciudad. La tensión se trasladó a Plaza de Armas, donde los artesanos exigieron la liberación de los detenidos y un espacio adecuado para vender sus productos, además de pedir que cesen las represiones en su contra.
En medio de la protesta, los artesanos advirtieron con derribar el altar monumental de Plaza de Armas si sus demandas no son atendidas, solicitando diálogo frente al Palacio de Gobierno para buscar una solución a su situación. La manifestación resaltó la petición de los artesanos de mantener su derecho a trabajar y la necesidad de alternativas de venta sin ser retirados por la fuerza.