Decapitan al alcalde de Chilpancingo tras seis días en el cargo; Guerrero vive ola de violencia
En un trágico episodio que marca la creciente violencia en Guerrero, Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo, fue encontrado decapitado la tarde de este domingo. El hallazgo de la cabeza, dejada sobre una camioneta blanca en la colonia Villa del Roble, conmocionó a la comunidad, que aún no se repone del reciente asesinato del secretario del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia, abatido el pasado 3 de octubre.
Arcos, quien apenas había asumido el cargo el 1 de octubre, había estado inmerso en labores de apoyo tras las devastadoras inundaciones causadas por el huracán John. De acuerdo con su cuenta de redes sociales, el alcalde participó en tareas de reconstrucción en la zona de Tepechicotlán el mismo día de su muerte, demostrando su compromiso con la protección civil y la asistencia a los damnificados.
El crimen fue confirmado por Alejandro Moreno, líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien condenó los hechos y anunció que exigirán a la Fiscalía General de la República una investigación exhaustiva. La fiscalía del estado de Guerrero también emitió un comunicado confirmando el asesinato, en lo que parece ser un nuevo capítulo de la escalada de violencia en la región.
Este suceso se produce en medio de una alarmante crisis de seguridad en Guerrero, una entidad que ha sido escenario de enfrentamientos entre grupos criminales y una creciente inseguridad. La brutalidad del asesinato de Arcos pone en relieve el peligro constante que enfrentan los funcionarios públicos en áreas afectadas por el crimen organizado.
El doble golpe contra el Ayuntamiento de Chilpancingo en menos de una semana deja a la capital de Guerrero en un estado de conmoción y expectativa, mientras la ciudadanía exige justicia ante estos atroces crímenes.